Kilómetros
aproximados: 160.
Desayunamos prontito en el
hotel, y a las 9 salíamos hacia el DESFILADERO DE LA YECLA, a pocos minutos en coche, nos lo
recomendaron en una tienda y nos gustó bastante; es un paseo muy corto por
pasarelas (creo que 1 kilómetro), desde donde se pueden ver a los buitres
sobrevolarlo bastante cerca.
Justo antes del túnel, están las escaleras de bajada al desfiladero |
Cartel de la Cervecería La Yecla, junto al parking |
Regresamos al pueblo para
realizar la visita del MONASTERIO DE
SANTO DOMINGO DE SILOS, en esta abadía benedictina, lo más destacable es el
CLAUSTRO; la visita se hace con un audio guía que te descargas por un QR,
también se puede leer en el móvil (lo que pasa que como la gente no es muy
respetuosa o está muy sorda, nadie lee, sino que ponen el audio y algunos con
un volumen excesivo); el claustro muy bonito. Entrada: 3’50 €.
El siguiente pueblo en la
ruta fue PEÑARANDA DE DUERO, todo
muy tranquilo y con poca gente, una Plaza Mayor con bonitos monumentos, e
incluso se ve el castillo a lo lejos.
Regresamos al coche a
visitar el Castillo, del que se
conservan murallas con torreones almenados y la Torre del Homenaje; aunque
estaba cerrado, mereció la pena llegar hasta allí para verlo por fuera, y disfrutar
de sus vistas.
Luego fuimos a ARANDA DE DUERO, que ya es una ciudad
bastante grande, por ello nos gustó menos, pero fue una buena opción para
comer.
Nos decantamos por Asador-Restaurante Casa Jose María, de
entrantes para compartir pedimos morcillas, y pimientos del piquillo con
anchoas y ventresca, y de plato principal un par de chuletillas, entrecot de
buey, y secreto, que junto con las bebidas y un par de postres salimos por
pareja a 53 €, algo carete pero nos gustó bastante.
De regreso al hotel, en Peñalba de Castro, hicimos parada para visitar el yacimiento arqueológico de la antigua ciudad romana de Clunia Sulpicia, conocida simplemente como CLUNIA, que fue una de las mayores y más importantes urbes de la Hispania Romana; para la visita se necesita ir en coche a varios puntos, no estuvo mal, pero tampoco fue gran cosa, tiene algún mosaico bastante bien conservado, pero su anfiteatro está excesivamente restaurado. Entrada: 5 €.
Y finalmente una vez en
Santo Domingo de Silos fuimos al CEMENTERIO
SAD HILL, además de que nos costó encontrar un poco el camino, resultó ser
una pista de tierra de unos 4 kilómetros, mitad de subida y mitad bajada; aunque
llovió un poco como ayer y estaba atardeciendo, pudimos verlo. Este cementerio
fue construido para la escena final de la película “El bueno, el feo y el
malo”.
El cementerio visto desde arriba |
Regresamos al hotel, descansos
un rato, y dejamos preparadas las maletas. Como apenas teníamos hambre,
bajamos al bar a picotear un poco, tan poco como que salimos a 8 € por pareja;
probamos la cerveza 947 Sad Hill, que la venden por todas partes el en el
pueblo, algo tostada nos gustó.
Con este cartel promocionan la cerveza |
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