Kilómetros
aproximados: 465.
Como el desayuno del hotel
tenía un precio excesivo, desayunamos en la habitación con algo de bollería
que llevábamos, y unos capuchinos de nuestra cafetera, que nos habíamos traído de
casa.
A las 8 y poco estábamos
saliendo, pillamos un poco de atasco, pero según el GPS sólo nos retrasaríamos unos
15 minutos, durante el viaje nos encontramos un par de radar de tramo muy
largos, y luego un control de la Guardia Civil, que simplemente pidió
documentación del coche y ya está; finalmente sobre la 1 y algo llegamos a
RIAÑO, bueno en realidad a BOCA DE HÚERGANO, que se encuentra a unos 10 minutos
en coche. Durante la mañana contactamos con la casa y nos comentaron que aunque
no estaría preparada todavía a esas horas, podían darnos la llave y también
podíamos dejar las cosas, cosa que nos veía genial, sobre todo lo de tener la
llave.
Tras hacer el check-in
cogimos el coche y fuimos a RIAÑO, directos a comer, a uno que ya habíamos
visto, Parrilla El Molino, pedimos
de entrante para compartir una tabla de embutidos, y de plato (que también
compartimos) una chuleta de ternera y un surtido de cachopos (clásico, leonés y
riañés; el que más nos gustó fue el clásico), que junto las bebidas y un par de
postres, salimos por pareja a 38’75 €; todo muy rico.
Como apetecía una cerveza después de tantos kilómetros. |
Tras la agradable comida dimos un paseíto, aprovechando que hacía una tarde esplendida.
A las 5 nos recogió Sierra
de SENDA DE ARNUA en la Plaza Cimadevilla, con un
cómodo y muy nuevo Land Rover Discovery, para iniciar el SAFARI EN EL VALLE DE ANCILES, que era lo que nos había llevado
hasta allí, pues en este safari es uno de los pocos sitios de Europa donde se
pueden ver bisontes en semi libertad.
Lo primero fue contarnos
más o menos los animales que podíamos ver, que haríamos varias paradas, pero sobre
todo en caso de ver alguno, las palabras clave para volver al coche rápidamente,
o en caso de emergencia lanzarnos de un salto al coche. Primero vimos caballos
y búfalos de agua, nos prestaron unos prismáticos y de vez en cuando íbamos
haciendo paradas para ver sí veíamos alguno. A mitad tarde hicimos una parada y
merendamos un café o té calentito, junto con unas pastas muy ricas.
Hacia el final, cuando ya
estaba atardeciendo, vi un animal de un tono marrón medio escondido tras unos
arbustos, paramos y allí estaba, y no solo había uno, sino que eran tres adultos
y una cría de un mes. No siempre se logra ver alguno, pero el safari merece
mucho la pena, además íbamos los cuatro solos con Sierra, y fue una tarde muy
agradable; nos costó a cada uno 60 €.
Regresamos sobre 9’30 (el
safari son aproximadamente cuatro horas), como no había mucha hambre, picamos
algo en la calle principal (Avenida de Valcayo), y elegimos unas conservas, no
recordamos como se llama el bar (no tenemos ticket y sólo se podía pagar en metálico);
junto con las bebidas, salíamos por pareja a 15’50 €.
Regresamos a BOCA DE HUÉRGANO, a El Casar del Puente, que iba a ser nuestro alojamiento para dos noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario