Día 4: Orbaneja del Castillo y Puentedey

Kilómetros aproximados: 265.

Hoy teníamos cambió de zona y de provincia, así que tocaba madrugar y finalmente salimos sobre 8’30, por delante teníamos unas dos horas y media de coche más o menos.

El primer pueblo que visitamos de la provincia de Burgos fue ORBANEJA DEL CASTILLO, la carretera de llegada pasa por delante de la cascada, y enseguida está el parking; el pueblo es muy pequeño y pasear por sus calles lleva poco tiempo, pero solamente por la cascada que baja por mitad del pueblo merece la pena, a pesar de que los lugareños, decían que llevaba poca agua. Nos tomamos un cortadito y seguimos con nuestra ruta.

















El siguiente pueblo estaba casi a una hora, PUENTEDEY, que tiene una curiosa formación rocosa a modo de puente, dimos un paseíto, llegamos hasta el mirador y dimos por finalizada la visita.










Era hora de comer y al ser sábado, decidimos llamar a un par de restaurantes a ver si había sitio, pero no conseguimos encontrar mesa libre; cerca de nuestro próximo alojamiento, en el municipio de Villarcayo, decidimos parar e ir preguntando uno a uno, no teníamos más remedio, tras tres o cuatro intentos fallidos, en Mesón Don Nuño encontramos mesa, pedimos una ensalada para compartir y luego chuletillas, secreto y dos entrecots, que junto un par de postres y las bebidas, salimos por pareja a 34’50 €; no fue para echar cohetes, pero tenido en cuenta lo que nos costó encontrar un sitio con mesa libre, lo dimos por bueno.





Y ya era la hora de nuestro check-in en Torre San Martín, en el pequeño pueblo de Quintana de Valdivieso, aquí teníamos un apartamento (Conde von Reichardsperg) con dos habitaciones, situado en el segundo piso, nuestro anfitrión nos explicó un montón de lugares para visitar de la zona, se notaba lo que le gustaba hablar de ella.


Como no teníamos ningún plan concreto para lo que quedaba de tarde, decidimos ir a uno de los lugares que nos había recomendado nuestro anfitrión y que nos quedaba cerca, las ruinas del MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE RÍOSECO; la mayor parte del monasterio está en ruinas, pero hay una parte que ha sido recuperada y rehabilitada, lo llevan voluntarios de la zona, que incluso hacen visita guiada y gratuita, pero agradecen algún donativo o que compres alguna cosa de la tienda, a nosotros nos gustó bastante.














Regresamos a nuestro apartamento y pasamos el tiempo viendo básquet por televisión y revisando la ruta de mañana, pero sobre todo buscando restaurante para comer, al ser domingo, y después de lo que nos había costado en el día de hoy encontrar mesa libre, decidimos reservar. Cenamos unos fiambres que habíamos comprado y nos quedamos un ratillo de tertulia.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario